¿Sos autónomo, pequeño comerciante, un joven profesional que trabaja por cuenta propia en Argentina o estás a punto de concretar un emprendimiento? Si es así, es posible que hayas oído hablar del Monotributo.
En esta entrada, veremos qué es el Monotributo y cómo funciona. Repasaremos algunas de las consideraciones más importantes para entrar a formar parte del sistema, entre cuyos beneficios se cuenta poder facturar en blanco a clientes.
¿Qué es el Monotributo?
El Monotributo es un sistema impositivo simplificado para pequeños comerciantes, trabajadores autónomos y jóvenes profesionales. Fue creado para facilitar el cumplimiento de las obligaciones fiscales a este amplio grupo de personas, haciendo más accesible el paso de la informalidad a la economía en blanco.
El Monotributo tiene diferentes categorías o “escalas”, basadas en el tipo de actividad y la cantidad de ingresos. Cada una tiene una cuota mensual fija que incluye Ganancias, IVA, obra social y aportes jubilatorios.
¿Cómo funciona el Monotributo?
Para inscribirse en el Monotributo es necesario tener un número de CUIT y una clave fiscal, que también servirá para realizar muchos otros trámites. En Estudio S&T nos encargamos de asesorarte en todo lo que tiene que ver con el Monotributo, así como de inscribirte en tiempo y forma.
Como se mencionó anteriormente, cada categoría tiene una cuota fija mensual que incluye impuestos, obra social y aportes jubilatorios. Por ejemplo, en el corriente año (2023), alguien en la escala más baja (A) puede pagar unos 5.000$ al mes, mientras que en la más alta (K) puede pagar alrededor unos 50.000$. Aquí está la lista actualizada en la página oficial de la AFIP.
Una de las ventajas del Monotributo es que no es necesario presentar declaraciones juradas con regularidad. Solo tenés que abonar el monto mensual para estar al día.
Consideraciones importantes
Aunque el Monotributo puede ser una gran opción para profesionales independientes y pequeños comerciantes, hay que tener en cuenta cómo funciona y qué requisitos hay que cumplir no solo para entrar, sino para mantenerse dentro del mismo.
Una de estas consideraciones es el límite de facturación para cada categoría. Si lo superás, vas a tener que recategorizarte a una superior y pagar un monto más alto. Además, si excedés el límite de esta última, vas a tener que pasarte al régimen general.
Por último, es importante llevar un control de los pagos mensuales y asegurarse de que se realizan a tiempo. La morosidad puede acarrear penalizaciones, intereses y otros inconvenientes que pueden derivar en problemas impositivos y/o legales.
Para consultar más información detallada acerca del tema, podés contactarnos directamente o también ir al Portal del Monotributo.